Natividad
Es
la escena que motiva y que le da al complejo de la obra ese carácter sagrado, que representa el punto de llegada de todo el camino representado en las otras escenas.
María, José, Niño Jesús, un signo visual al mismo tiempo poderoso y fuerte, tierno y dulce, que está allí, para recordarnos que el pesebre napolitano es una obra de arte pero también un objeto de adoración.